Hoy te marchas,
ya no volverás
te destierro de mí.
Te entierro en el ayer.
Ya no te nombraré.
Rompí tus restos.
Ya no habitarás mi cama.
ni merodearás mi closet.
Ni llenarás de gris mis paredes.
Hoy te suelto
disuelto en tinta
en palabras rotas
porque este duelo
acaba hoy.
No gané, no perdí.
Empaté: te vas.
Sí, redundante o no
te vas.
Fuiste 26 años mi cadena
mi lenta condena, la letanía
que acallaba entre letras.
Hoy mueres de mí
de mi sangre, de mi saliva
Te rompo. Te dejo ir.
El desierto es ahora mar.
Ya no hay fondo, sólo cristalina paz.
El cementerio es ahora bosque.
Aquí te quedas, descansa en paz.
Me voy.
El ahora no espera.
M.